Defensa Personal Policial


La Defensa Personal Policial conlleva peculiaridades por lo que el entrenamiento debe ser específico y especializado. Esta especialización es debida a los preceptos legales que han de seguir las fuerzas del orden que marcan, entre otros, determinados criterios en situaciones adversas como son congruencia, proporcionalidad y oportunidad. Se trata de evitar “causar un mal mayor del que se pretende evitar” y, por supuesto, procurar no causar lesiones innecesarias al detenido.
Los entrenamientos tienen como objetivo la preparación para la defensa contra agresiones a larga, media y corta distancia, cuerpo a cuerpo, combate en el suelo, varios adversarios, defensa contra ataques de cuchillo, bastones y armas ocultas, desarme de armas blancas y de fuego, inmovilizaciones, engrilletamientos de diversa índole, extracción-conducción segura de individuos en distintos lugares (vehículos, locales de ocio, viviendas, calle, etc.), uso de la defensa, tonfa y bastón telescópico, disposición táctica de intervención individual o en equipo, órdenes verbales precisas y adecuadas, estudio anatómico para la aplicación certera de técnicas defensivas-reductoras, intervención en caso de delincuentes muy peligrosos, terroristas, psicópatas, individuos bajo los efectos del alcohol o la droga, preparación psicológica para la intervención y técnicas psicológicas disuasivas, disposiciones legales sobre el uso de la fuerza y protocolos de intervención policial, protección de personalidades, etc.

Dirigido a: Miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (Policía Nacional, Guardia Civil, Policía Local) Personal de Seguridad Privada, Escoltas.